lunes, 5 de diciembre de 2011

Destructores de sueños

    Yo iba a ser una educadora de primera, dedicada a enseñar mas valores que contenidos. Iba a trabajar en mil escuelas & a hacer de una clase un espacio de intercambio de conocimientos. En pocas palabras, a los 6 años yo iba a ser la mejor maestra del mundo. O al menos eso creia hasta que me explicaron las deficiencias del sistema de educación, me hablaron del desinterés de las personas hacia el aprendizaje & me convencieron de que los chicos van al aula porque los obligan, no porque les interese.



    El proceso en el cual pude aceptar esa informacion fue doloroso, largo & finalmente decidí que no sería maestra.

    Es que aunque estemos las personas que nos dedicamos a construir nuestras propias utopias, también estan quienes nos las hacen trizas. Entonces mientras nos dedicamos a inventarnos metas super ideales y bellas, las otras personas nos acechan, listas para desilusionarnos en cuanto tengan la oportunidad.

      Quienes acarrean demasiada frustración o realismo, suelen carecer de imaginación y sueños. Al igual que el tio que le cuenta a su sobrinita que el hada de los dientes nunca llegará a su habitación, mucha gente convive con nosotros pisoteando utopías ajenas.

    Un grupo de niños se desilusionará al saber que no existe un genio que pueda cumplirle sus deseos, por lo tanto dejará de tener deseos y se limitará a vivir en la realidad de todos los dias. Pero hay otros niños que seguirán teniendo anhelos, al menos secretos, esos niños un dia se vuelven adultos, y dejan de soñar una montaña de dulce, comenzando a pensar en un mundo mas unido, una vida diferente, un pais mejor, un trabajo mas digno, un sistema mas justo, una mejor realidad para sus hijos, etc.

    El problema es que muchos se quedan en el sueño, en la idea, en la proyección. De a poco hay que comenzar a materializar esas metas, a luchar por ellas & a ayudar a los otros a que se propongan las suyas. Porque quizás soñarse en un mundo mejor, mas justo y más bonito sea la solución a esa tristeza que tanto nos aplasta, a esa rutina interminable que nos bajonea tanto.




    Entiendo que no todos podemos vivir pensando que nos transformaremos en personas con super poderes, sería una sociedad realmente complicada si todos nos creyéramos realmente esas cosas. Tampoco es saludable estar constantemente pensando en el futuro, porque hay que vivir el presente. Pero,¿Porqué no tener ilusiones, fantasías, sueños? Cuando la gente no cree ni quiere mejorar, cambiar, lograr algo, la energia que irradia se vuelve totalmente monótona. Aunque no vivas hablando de tu vida ideal y de tus esperanzas para el futuro, es lindo cuando tenés alguna esperanza.

    Y aunque demasiado destruído & abandonado quedó el sueño de la enseñanza, yo vivo descubriendo nuevas ilusiones y nuevas causas. Con el tiempo se aprende a no entristecerse tanto cuando alguien cercano te dice '¡Está muy lejos, no va a llegar el dia en que puedas verlo!' ó '¿Sabés todo lo que va a pasar en el camino?'. Yo aprendi que soñarnos en un mundo más justo, más humano & más cercano es mi peleita contra esta monotonía interminable.